Estos actores han demostrado que para triunfar no es necesario ser "una cara bonita", ya que sus rostros tan peculiares y su talento histriónico les han dado un lugar en la industria cinematográfica.
Dejó de ser parte del elenco de Harry Potter y el Cáliz de Fuego (Harry Potter and the Goblet of Fire, 2005) para convertirse en el protagonista de Crepúsculo (Twilight, 2008) y con eso el ídolo de miles de niñas alrededor del mundo. Si bien algunos lo consideran galán, su rostro le ha conseguido papeles que van desde un vampiro adolescente hasta lograr encarnar a Salvador Dalí en Pequeñas Cenizas (Little Ashes, 2008).
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